La crisis en el PRI

Poca credibilidad en la sociedad, molestia dentro de su militancia y cuadros competitivos renunciando son los principales hechos que enfrenta el expartidazo ante el proceso electoral de este año.

En una columna anterior comente que este PRI, el de Alito era el peor de los historia, debido a los resultados electorales que había obteniendo dentro de su gestión, sin embargo esto solo fue la punta del iceberg, la crisis se agudizo en este mes y puede ser la más grave de su historia.

Recientemente vi un spot del PRI donde recordaba algunos de los logros obtenidos a lo largo de las décadas donde estuvo en el poder; el seguro social, la educación gratuita, el INFONAVIT son los que mencionaban en dicho spot, y faltan muchos más, nadie puede negar que el PRI sentó las bases sociales, económicas y de infraestructura de lo que es hoy México, sin embargo esos logros se estancaron en la década de los ochentas, cuando el gobierno emanado del PRI y sus dirigencias dieron vuelta a la página y le dieron la espalda a la militancia y a la sociedad.

Lo anterior dio como resultado que la sociedad empezará a perder la credibilidad, los votos disminuyeran y los actos de corrupción fueron cada vez más fuertes, culminando en un hartazgo social que se reflejó en las urnas en el 2000, cuando pierden la Presidencia de la Republica por primera vez.

En una plática que sostuve en los años noventa Arturo Ruíz de Chávez, quien fungía como Delegado Nacional del PRI en Puebla, me comentó que era necesario realizar nuevas acciones en beneficio de la población, reflexionaba que las generaciones pasadas, en ese entonces, tenía mucho que agradecer al PRI, pero que la actual generación no le debía nada al PRI y ahí estaba un punto débil que de no ser atendido podría causar graves problemas al partido.

Pasados los años nada más cierto, las generaciones de los 60, 70 y 80s vieron en sus años de juventud a un México que vivía permanentemente en crisis, en actos de corrupción y que la justicia social de su niñez estaba desapareciendo; las de los 90s y dos mil crecieron con un PRI corrupto.

Todo lo anterior dejo como resultado, lo que podemos señalar como el detonante de su actual crisis: La poca o nula credibilidad ante la sociedad. De lo anterior se desprende la crisis interna con su militancia y sus cuadros competitivos, al grado que están haciendo uso de cuadros ya en retiro para que nuevamente participen en el proceso electoral.

Aunado a todo lo anterior, el PRI se encuentra inmerso en una alianza que además de estar en contra de sus principios, hoy tiene muy poca credibilidad y cada vez les da menos espacios de importancia al momento de decidir las candidaturas. De hecho para el 2024 es la primera elección en la historia de México que el PRI no presenta un candidato priista, de origen, a la Presidencia de la República.

Muchos han considerado, tanto en espacios públicos de opinión o de análisis, o en pláticas de cafés, que el PRI va en camino a su extinción; yo creo que estamos muy lejos de ello, si bien el expartidazo enfrenta una grave crisis, su desaparición, de no corregir el camino, es tema todavía de décadas.

El PRI está en un buen momento para dar un nuevo cambio de página para poder retomar el camino, pero para ello deberán realizar cambios verdaderos, empezando desde sus dirigencias, nacionales y estatales, porque de nada sirve comenzar con un spot donde señalen que tuvieron errores pero saben gobernar, teniendo a Alito de interlocutor, o bien, escuchar las quejas de Néstor Camarillo ante la desbandada de priistas que él mismo provoco, cuando ambos personajes han sido señalados por propios priistas como corruptos y alejados de la militancia.

Este es el escenario que tiene el PRI, ¿Quién será el valiente que le entre al ruedo?, como dice el pueblo bueno y sabio…. Ya veremos dijo un ciego

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